Archive for octubre 2016

Ferias de Ciencias: estimular el trabajo en equipo.

Esta semana, entre el 27 al 29 de octubre, se ha venido realizando la 30° Feria Nacional de Clubes de Ciencias. Aunque he participado en varias ocasiones a nivel departamental, es mi primera vez que asisto a una nacional, no exactamente como orientador ni participante de un club.
Pero de las muchas cosas que se rescatan y se fomentan en ocaciones así, además de motivar el pensamiento científico, el espíritu de investigación, etc, encuentro siempre muy positivo la capacidad de trabajo en equipo que se expone en cada trabajo, desde los más pequeños participantes, hasta los ya adultos.
En este caso participaron 192 Clubes de todo el país. Se realiza en las instalaciones del Argentino Hotel de Piriápolis, un marco que además del buen servicio que se brindó, expone toda la historia de Piriápolis y ofrece a muchos chicos la oportunidad de visitar un lugar histórico, cultural y turístico.
Trabajar en un proyecto de ciencias no es fácil. Requiere mucho esfuerzo, recursos y tiempo. Se necesita consultar fuentes, investigar a fondo, usar el ingenio, llegar a conclusiones mediante experimentar y diversas pruebas. Pero visitar los stands y escuchar la presentación de niños y jóvenes, con sus ingeniosas investigaciones, es algo que emociona, que hace confiar en el potencial de los niños trabajando en equipo. Por supuesto, si visitamos stands de categorías más adultas, encontraremos el mismo rasgo destacable, lo que demuestra que se puede sustentar esta idea a lo largo de la educación de niños y jóvenes, a través del tiempo.
El trabajo de los orientadores es muy importante en este aspecto. Y tiene muchas ramas. Tiene que dirigir la investigación haciendo algunas intervenciones oportunas, guiando la investigación... Recordemos que la investigación o el proyecto no es del orientador, sino de los estudiantes. El orientador es un ayudante para dirigir el camino a andar.
Pero además, debe estimular de distintas maneras el pensar y el trabajar en equipo. Demostrar en la práctica cómo los estudiantes pueden (y tienen que) apoyarse en el trabajo paralelo de sus compañeros para lograr mejores resultados.
Me ha tocado trabajar como orientador en algunas ocasiones. Y créanme que da una gran satisfacción cuando ves a tus estudiantes desarrollar estas habilidades, que generalmente ya las traen adoptadas, gracias al trabajo de maestros y profesores. También satisface enormemente la capacidad que demuestran para exponer temas que uno puede pensar que no están acorde con sus posibilidades (FALSO) y que sin embargo lo analizan, desarrollan y exponen con habilidades sobresalientes.

En esta oportunidad quiero felicitar a los integrantes de todos los clubes de ciencia que tuve posibilidad de visitar durante los últimos dos días. Y también a sus orientadores, esperando que disfruten de su experiencia, la sigan trabajando y logren estas cosas tan buenas de las que he hablado aquí y he visto estos días.




viernes, 28 de octubre de 2016
Posted by Pablo Buydid

¿Premiar el buen trabajo?

Recientemente surgió en medio de una conversación de viejos amigos, la cuestión de si es correcto o no premiar a un hijo por sus buenos logros. Y por extensión, ya que estamos, me gustaría plantearlo también para nuestros estudiantes.
El argumento que se planteó por una parte fue que los hijos tienen que hacer su trabajo. Y esforzarse por hacerlo bien. Recibir un premio no tiene que ser un objetivo ni tiene que darse, ya que es el trabajo, la asignación, que tiene el hijo.
Sin embargo, no puedo ignorar un polo diferente de la cuestión, que en cierta manera define mi propia opinión, que daré más adelante. Cuando tenemos en un salón a un estudiante con dificultades de algún tipo, ¿no le hace bien que destaquemos sus logros, recompensemos su esfuerzo? A veces el premio es simplemente una nota (para un estudiante no es tan "simplemente"), otras puede ser algo material que se gane por alcanzar alguna meta.
Entonces, si a esos estudiantes les hace bien recibir un premio por su trabajo, ¿será correcto excluír de la posibilidad a aquellos que tienen más facilidad?

Lo que opino.

Si bien es cierto que el objetivo de un hijo en el papel de estudiante no es tener buenas notas para recibir un regalo, también es cierto que premiar su labor es satisfactorio y lo ayuda a realizar un buen trabajo. No es el único objetivo, claro está. Concentrarse en eso desenfocaría el camino del aprendizaje.
Todos nos planteamos metas a largo y corto plazo. En el caso del niño o niña, por ejemplo, una meta a largo plazo puede ser la carrera que quiere desempeñar. Bien planteada puede ser un gran estímulo para su labor escolar. Pero también hay metas más cortas:
"Tengo que esforzarme para que mis calificaciones sean tales al fin de cierta etapa"
"Quiero superarme en algun área que me esté costando"
Cuando somos padres, el estímulo a nuestros hijos en este aspecto, como los maestros a sus estudiantes, fomenta el buen trabajo.
Y en cuanto al premio, pueden ser interesantes satisfacciones en el esfuerzo puesto para alcanzar esas pequeñas metas y no debería ser desproporcionado con el nivel de dicha meta, de ser posible.



Hoy temprano escuchaba a un grupo de estudiantes que concurren a una ONG en las que se les ayuda en sus estudios. El común decir de esos estudiantes tenía que ver con lo motivados que se sienten cuando los adultos "le dan para adelante", los motivan.

Entonces, ¿Qué opinan ustedes? ¿Está bien premiar a nuestros hijos por su estudio? ¿Qué otras opciones plantearían?
sábado, 8 de octubre de 2016
Posted by Pablo Buydid

Sobre mi...

Mi nombre es Pablo Buydid. Soy profesor de informática en primaria y secundaria.

Trabajo en los colegios Biarritz de Maldonado, y Galileo Galilei de Piriápolis, además de liceos públicos.

Pueden encontrar más información sobre mi trabajo en mi página personal: www.pablobuydid.com

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