Pablo Buydid:
notas abiertas

No son pocas las ocasiones que nuestros estudiantes nos preguntan "¿Para qué $#"#"$ tenemos que venir a estudiar? ¿Para qué nos sirve todo esto?"
Aunque siempre hay muchas respuestas para esas situaciones planteadas, hoy pensaba en lo interesante de exponer la esencia de nuestras materias como un motivo para explorar y descubrir vocaciones, nuevos intereses.
No a todos nos gusta la historia, no a todos las matemáticas, no a todos nos atraen ciertas áreas del arte ni profundizar en ramas de la ciencia. Pero descubrir la punta del hilo sobre un tema insospechado, puede despertar la curiosidad de un modo motivador.
Mi materia es muy práctica. Aun así en el primer año piensan que informática es para "entrar a Facebook". Hasta algunos padres me abordan cuando sus hijos no demuestran un rendimiento apropiado con insistentes versiones de "Pero mi hijo se pasa todo el día en Facebook y chateando con sus amigos!! ¿¡Cómo puede tener bajo rendimiento!?"
En fin, volviendo al punto inicial, a pesar de encontrarse con que la materia no es lo que pensaban, me pone de excelente buen nivel contemplar a mis estudiantes descubrir cosas que podían hacer con sus dispositivos. Cosas muy sencillas, por supuesto, pero que luego las aplican tanto en su vida personal como en sus metas a largo plazo.
También en ese sentido, a veces me han abordado otros padres impresionados al ver  a sus hijos cautivados por algo nuevo, y aplicando lo aprendido. Recuerdo siempre experiencias de fotografía realizadas con clases de primer año, y como al final de año uno de esos estudiantes pidió como regalo de fin de año una cámara nueva porque había encontrado "su vocación". ¡Qué felicidad produce escucharlo!

En definitiva, apunto a que si bien tenemos que aplicarnos a enseñar nuestra materia, también tenemos que incursionar en contagiar la pasión por descubrir nuevas posibilidades, campos prácticos de trabajo que abran nuevos horizontes por explorar.

Conozco profesores que son excelentes en esto. Incluso algunos que con su excelente buen humor y chispa creativa hacen de sus clases algo que disfrutar.

Este post, es en cierta manera, un homenaje personal a su ejemplo.

Los pasados fueron dos días excelentes, tanto en cuestión de tiempo como en la experiencia que disfrutamos con tres de mis grupos de estudiantes en Maldonado.
Teníamos por delante una actividad fotográfica, para poner en práctica lo analizado en clase hace algunos meses. Y planteamos la consigna de investigar a través de ese medio diferencias entre las realidades locales (sociales, económicas, culturales, etc) y las de otras partes del mundo.
Durante toda la salida se respiró un clima muy placentero de trabajo, los chicos estaban contentos e inspirados. Y los aportes y reflecciones fueron muy interesantes también. Hubo quien reflexionó sobre las casas abandonadas, otros plantearon nuestro sistema democrático comparado con otras formas de gobierno, esto cuando fotografiaron la cartelería relacionada a las próximas elecciones.
Algunos aprovecharon para explotar su lado artístico, y me permitió descubrir aptitudes admirables en varios de ellos, que sería muy interesante explotar.
Ahora nos queda volcar todo lo logrado al informe que deberán elaborar, del cual sé que saldrán cosas interesantes para analizar, y tomar nota de su enfoque creativo y capacidad crítica.

Agradezco a Victoria quien nos acompañó en las tres salidas, y a la Dirección del Colegio Biarritz, Matías y Daina, por permitir y fomentar esta actividad.

En la mañana de hoy nos deleitamos con una salida fotográfica con dos de tres grupos que participan en un proyecto en Colegio Biarritz. Cámara en mano, salimos a buscar ideas para reflejar luego en un trabajo práctico que se realizará en las siguientes clases.

El tema tiene que ver con detectar cosas características de nuestro entorno que marquen diferencias con otras zonas del mundo. Estas pueden ser en lo social, económico, cultural, tecnológico y cualquier otro aspecto que aplique según la observación de los estudiantes.

En realidad, además de lo ameno de la salida y correcta actitud de los estudiantes, me sorprendió la exposición de ciertas observaciones de algunos estudiantes. La clave del trabajo es estar atento para "detectar" situaciones y objetos clave, pero además tener una idea general del lugar donde se vive, y comprender un poco la identidad del lugar.

¿Qué buscamos con este proyecto?

Además de ver un aspecto práctico de temas ya dados en el año, proveer herramientas para que los jóvenes que están en primer año (estudiantes de 12 a 13 años) puedan comprender el lugar donde viven, saber compararlo con otros sitios y tomar nota de su identidad local.

Creo que en esta primera salida, logramos cosas muy interesantes.

Hoy temprano, una estudiante se me acercó para comentarme lo dolida que se sentía de haber contemplado imágenes de niños palestinos muertos durante el presente conflicto entre Israel y Gaza. Me explicó su sentir, la profunda impresión que eso le causó.

Me hizo pensar en la sensibildad de nuestros jóvenes, a pesar de que algunos sienten una atracción por situaciones violentas, muchos aun se sensibilizan ante cuadros inhumanos como el comentado por la estudiante. Es cierto que en nuestro pequeño país no contemplamos en carne propia situaciones semejantes, pero nos enfrentamos a otras tan desgarrantes como la guerra. No son pocas las noticias sobre explotación sexual infantil, violencia doméstica y de género, trabajo infantil y todo lo que a su alrededor plaga a nuestras familias. Y el dolor en uno al contemplarlo en reiteradas ocasiones es muy profundo.

Cuando tengo la oportunidad de mirar a la cara a mis estudiantes, muchas veces brota en mi pensar que posiblemente tengamos una cuota de esperanza para transmitirles. Días atrás conversaba con un grupo que serán mis alumnos solo por unos meses más, sobre el plantearse metas, mirar adelante, forjar un futuro. E hicimos hincapié en salvar obstáculos. Muchos de estos son personales (hiperactividad, dislexia, falta de concentración, poco gusto por una materia), pero otros son ajenos a su voluntad: crisis familiares, familias divididas, violencia, depresión, etc. Todas esas tienen la posibilidad de destruirnos, pero también pueden ser un trampolín para crecer, para salir adelante, para ganar fortalezas a partir de  nuestras debilidades.

En la historia sobran ejemplos de personajes que fueron gigantes en su campo, a pesar de desafíos que intimitarían a cualquiera. Y trabajamos con esos ejemplos.

Siempre será un gran placer en mi vida, ver pasar los años y encontrarme con estudiantes que pasaron por mis aulas, contándome que construyeron una vida, a pesar de todo.