Posted by : Pablo Buydid lunes, 6 de noviembre de 2017

Días atrás conversábamos en clase de Usuain Bolt y su última carrera. Hablamos del favorito de las pistas, quien corre como si lo llevara el viento, como si lo hiciera sin esfuerzo. Medalla de oro tras medalla de oro, esta vez le tocó perder. Y no solo eso, perder por una lesión, la cual lo obligó a tirarse al suelo, en la pista.
Estos días estuve usando el video de este evento, para comentar un detalle importante que ha traído un tanto alterados a mis estudiantes. Resulta que estamos en épocas de parciales y ya tengo estudiantes que están ahogados en stress y casi casi perdiendo el pelo.


Época de parciales.

Aquí en Uruguay, existen en secundaria dos períodos de parciales. Uno ahora, en agosto, a mitad del año. Otro es a final de año. Y suelen reunir la información estudiada en esos períodos de estudio. De por sí la palabra parcial es causa de miedo, nervios, stress, etc. entre muchos de los estudiantes. Algunos por responsabilidad, otros por.... bueno, por otras cosas.
 
Pero, ¿qué relación tiene el suceso de Bolt con este tema? Pues bien, si bien algunos estudiantes se toman el tema con calma, y hay hasta algunos que ni siquiera se lo toman (esto es para otro tema), hay muchos que realmente entran en un estado de pánico y frenesí. Me ha tocado recibir consultas de todo tipo, quejas, llorisqueos y caras malas por todo el trabajo que han tenido que hacer. Tareas que no son extremadamente difíciles, pero que requieren atención previa. Y obviamente en algunas cosas se pueden equivocar. Entonces hacíamos ver en clase, que si el rey de las pistas le tocó perder, de manera tan poco esperada, ¿acaso no puede pasarnos algo así como estudiantes?
Todos, desde el estudiante más sacrificado hasta el más habilidoso, puede resultar como Bolt, y no llegar a lo esperado.

 

Una nota a los estudiantes.

No es el fin de la vida sacar una nota baja en un parcial. El parcial es una de las etapas del aprendizaje, una herramienta. Y aunque no estoy diciendo que debo tomarme el tema sin interés ni que el parcial no cuenta (sí que cuenta), lo realmente importante es aprender a través de él. 
Hoy conversaba con una estudiante que tuvo dificultades con un aspecto del parcial. Y me comentaba como tuvo que hacerlo más de tres veces, y al final ya lo hacía con una soltura que no tuvo al comenzar. Y es así, aprendemos del proceso. Incluso al equivocarnos. Parte de la enseñanza tiene que ver con manejar la frustración, el perder, el fallar. O al menos, el no llegar al resultado esperado.
La vida no nos va a brindar siempre triunfos. Por lo que que es buen momento para aprender a enfrentar eventualmente un (relativo) fracaso.
Como yo lo considero: hay dos tipos de estudiantes. Los que lo intentan, no importa qué resultado obtengan, y los que se rinden. Siempre voy a aplaudir a los primeros. Rendirse, no sirve.
 

Una nota a los padres.

A veces la presión viene de casa. Si bien es algo bueno estimular a los hijos a superarse, a sacar buenas notas y rendir correctamente en sus estudios, hay que tener presente el mismo principio que vimos arriba, cuando nuestros hijos asisten a estudiar. Así que como padres tenemos que estar preparados para encarar objetivamente un eventual mal resultado de un hijo o hija y manejarlo correctamente. 
¿Puso nuestro hijo todo el empeño en el trabajo?
¿Fue responsable en prepararse o realizar las entregas en tiempo y forma?
Encomiar esos aspectos valen mucho más que castigar (tal vez con actitudes) si llegan a casa con un mal resultado. Ahí la frustración se convierte en un lastre y cerrará las puertas a la comunicación efectiva en casa. Recordemos: podemos aprender de un tropiezo y prepararnos más para la próxima.
El parcial es una de las etapas del aprendizaje, una herramienta. Lo realmente importante es aprender a través de él. 
 

Una nota con los profesores.

No soy quien para hablar del trabajo de mis colegas. Pero como parte de este colectivo, comento que también nosotros podemos aportar a esta idea. Sabemos bien que en el conjunto de estudiantes tenemos distintos niveles de rendimiento, de capacidades para distintos trabajos, de estímulos recibidos en casa, etc. Así que no todos los estudiantes van a ser 12.
Pero me ha pasado de calificar estudiantes de los cuales hubiera confiado en una nota excelente antes de presentar el trabajo, y tener que otorgar una nota muy por debajo de lo esperado. Y eso no echa por tierra mi manera de ver a dicho estudiante. Mis estudiantes no son robotitos. Fallan a veces y se tendrá que trabajar esto como herramienta para tratar de abordar el tema desde otro ángulo.
De hecho, cuando comenzó a implementarse el sistema actual de parciales en ciclo básico, la directora de un liceo me comentaba que en realidad el parcial es una ayuda para que los profesores podamos evaluar el aprendizaje de los estudiantes. Muchas veces nos aporta a nosotros, profesores, un vistazo sobre cómo han aprendido los estudiantes. Y es uno de los termómetros de nuestra enseñanza. Como son los deberes, los escritos, las pruebas, lo orales y las demás actividades que calificamos.
 

En fin...

El año va a pasar y dejará atrás un montón de estudiantes, padres y profesores con alguna que otra crisis. Pero como en años anteriores, sobreviviremos y sabremos que vendrán más.
 
Aprender tiene también sus altibajos. Pero es parte de la aventura.
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Imágenes por Pixabay

Sobre mi...

Mi nombre es Pablo Buydid. Soy profesor de informática en primaria y secundaria.

Trabajo en los colegios Biarritz de Maldonado, y Galileo Galilei de Piriápolis, además de liceos públicos.

Pueden encontrar más información sobre mi trabajo en mi página personal: www.pablobuydid.com

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