Todos los años tengo la oportunidad de conocer una gran cantidad de estudiantes que comienzan secundaria. Y con ellos llegan costumbres, maneras de trabajar y todo un mundo de experiencias que traen a cuestas. A veces muchas de esas cosas se contagian en la vida que desarrollamos en clase.
He estado tomando nota mental de un grupo particular que comenzó este año. Un grupo de estudiantes de 12 años, muy explosivo, muy dinámico, que participan de una manera que despiertan mi admiración.
Pocas veces me tocan grupos que son tan, tan dispuestos a contribuír de una manera tan notable al desarrollo de las clases. Incluso sin pedir nada, hay quienes están permanentemente buscando información sobre el tema que estamos dando en clase para compartir con los demás compañeros, o pasando los deberes por sus Redes sociales para quienes no pudieron asistir. ¡Genial!
La etapa de inicio de secundaria supone un gran cambio para muchos, y a veces nos vemos en la necesidad de dar tiempo, de apoyar de manera extra a los estudiantes, de orientarlos más de lo supuesto. Estoy muy contento de apreciar como en este caso en particular, gran parte del trabajo, la que implica integración, voluntad para trabajar, trazar redes, relacionarse, participar, arriesgar, explorar...... ya está casi resuelta.
Sin dudas, tendré experiencias para contar muy pronto sobre este grupo.
miércoles, 6 de junio de 2012
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